En la primera sesión de este tema empezamos viendo las situaciones de enseñanza de las lenguas extranjeras y la diferente terminología que se le da a las lenguas según el contexto de adquisición (lengua inicial, lengua segunda, lengua extranjera) y según el contexto de uso no escolar (habitual, de trabajo, vehicular).
Me hacía bastante falta aclarar estos conceptos ya que, viniendo de traducción, estoy habituada a trabajar solamente con los términos lengua origen y lengua meta y no estaba familiarizada con estas denominaciones. Lo que sí me llamó la atención es la diferencia entre "lengua segunda" y "second language".
Son términos un tanto confusos aunque tengas la teoría muy clara. Esto lo comprobamos en la actividad que realizamos después del Placemat (descrito en la entrada dosier), donde tuvimos que decir el tipo de lengua de la que se trataba en cada momento. Aún teniendo la teoría delante dudé en varias ocasiones.
En la segunda sesión nos centramos en las variables que influyen en la enseñanza de lenguas extranjeras. Con relación a los alumnos, la edad es el factor más importante. Hay etapas en las que somos más receptivos y no se está aprovechando demasiado esa ventaja en la enseñanza de idiomas en la actualidad (en mi opinión). Si se supone que los niños son como esponjas, no sé por qué se espera hasta que llegan a secundaria para darles gramática y las cosas "más difíciles". Los profesores deberían arriesgar un poco e intentar enseñar más contenidos en niveles más bajos, obviamente no en forma de gramática porque no la van a asimilar, pero deberíamos echar mano de recursos como la gamificación para, a través de juegos y otras actividades, hacer que los peques hablen más en inglés e introducir estructuras, vocabulario y gramática para que usen de forma inconsciente. Ya aprenderán la forma correcta de usarlos más adelante. Son más listos de lo que pensamos. Van a usar todo lo que les enseñemos porque quieren comunicarse y jugar con sus compañeros y van a echar mano de todo lo que tengan a su alcance para hacerlo, sin inhibiciones.
Por último, me gustaría hablar sobre el concepto del "error" que también vimos brevemente en clase. Es vital la forma en la que vayamos a tratar los errores de nuestros alumnos. No podemos convertirlos en una fuente infinita de horror y pánico. Tenemos que generarles a nuestros alumnos la confianza necesaria para arriesgarse sin miedo a cometer errores. No se va a acabar el mundo por equivocarse un par de veces (o muchas). Los errores son vitales en el proceso de aprendizaje, nos ayudan a guiar al alumno a través del feedback y la evaluación formativa. Una buena forma para esto es huir de la corrección tradicional donde simplemente le dices al alumno lo que está mal y le enseñas la forma correcta. Si queremos que avancen debemos guiarlos por el camino no arrastrarlos con nosotros. Una corrección mucho más efectiva sería simplemente señalarle el error y dejar que sea el mismo alumno el que lo corrija. Intuir correcciones es el futuro.
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